Colorín colorado…

…este viaje se ha acabado. 😦

Dicen que todo lo bueno llega a su fin. Así, el 24 de diciembre volvía a Madrid, justo a tiempo para pasar la Navidad en familia. Y parece que, en efecto, la Tierra debe ser redonda porque al final llegas al mismo sitio :). La verdad es que es ha sido para mí un año excepcional, y vuelvo con la sensación de haberlo disfrutado a tope.

MILLONES DE GRACIAS a todos los que habéis seguido el blog, o al menos leído algún post, comentado, mandado mensajes, dado ánimos, compartido ideas o cualquier otra cosa. Me he sentido muy acompañado por todos vosotros en la distancia. Gracias también a todos los nuevos amigos que he hecho en todo el mundo, vosotros habéis hecho que este año haya sido inolvidable!! GRACIAS!! Para cualquier cosa, sigo estando disponible a través del formulario de contacta.

Respondo a algunas FAQ:

–  ¿Ha merecido la pena? Dejar un trabajo en época de crisis y una vida más o menos cómoda para ponerse en ruta..? SIN DUDA!!! 🙂 La experiencia no la cambio por NADA; ni por dinero, ni por haber hecho el mejor MBA del mundo, ni por nada. Viajar es la mejor universidad, lo que se aprende y se vive viajando es algo único e inigualable.

¿Qué habrías hecho distinto? Si volviera a empezar, creo que casi todo. Eso no significa que me arrepienta de lo que hice. Simplemente, a viajar se aprende viajando. Por muchos consejos que te den, tienes que caer tú mismo en los errores y aprender de ellos. Para ir descubriendo tu propio estilo de viajar sólo vale la experiencia.

– ¿Y ahora qué? Tras el viaje, me mudé a Londres y volví a una vida de trabajo de oficina. No es fácil volver a la rutina despues de un viaje largo. Londres es una ciudad increíble donde tambien conozco gente de todo el mundo sin moverme de la ciudad. Pero claro, una vez coges el gustillo a esto de viajar, es un vicio!! 🙂 Así que no sé cuándo ni cómo pero seguro que volveré a viajar.

¿Qué país te ha gustado más? Odio esta pregunta. Cualquier país de este mundo puede ser maravilloso si te propones descubrirlo a fondo. Además, en la enorme variedad de países y culturas que hay está el gusto, no? Y, claro, lo que hace un viaje grande es siempre la gente, no los sitios que quedan bonitos en una postal.

Como sé que mi respuesta no os convence, os dejo un «top ten» de sitios o experiencias del viaje que son muy llamativos (orden random):

  1. Bucear en la Gran Barrera de Coral
  2. Maravillarse ante la arquitectura islámica de Bujara y Samarcanda
  3. Bailar samba en el Carnaval de Rio
  4. Ver el atardecer desde tu hamaca navegando en un barco por el Amazonas
  5. Quedarse boquiabierto ante las Cataratas de Iguazu
  6. Contemplar el atardecer sobre los moais en la remota Isla de Pascua
  7. Subir a las ruinas de la ciudad Inca de Machu Picchu
  8. Imbuirse en la cultura Uigur en los mercados de Kashgar
  9. Seguir las huellas de Marco Polo por la Ruta de la Seda en ciudades como Dunhuang
  10. Apreciar la majestuosidad del Taj Mahal

Aunque los verdaderos ‘highlights’ de todo viajero no son ninguno de estos, sino esas otras experiencias que no puedes poner en un blog ni compartir porque hay que vivirlas en primera persona. Por ejemplo, pueden incluir: el día que te quedaste totalmente tirado y de pronto alguien te ayudó; el viaje en un tren indio de pie en el que conociste unos estudiantes y no paraste de reír en todo el trayecto; cuando vas andando sin rumbo y de casualidad llegas a un paraje perfecto y sin nadie donde te quedas toda la tarde; la conversación sobre la vida y la muerte con un grupo multinacional en el jardín de un hostel; la familia que te acogió en no sé dónde; las nuevas caras, nuevas culturas, nuevas amistades, nuevas religiones, nuevas comidas y un largo etcétera. Todo esto hay que vivirlo.

Os animo a todos a viajar. No es algo para millonarios o para hippies. Cada cual puede hacerlo a su ritmo y a su modo. Ya sabéis, lo único difícil es dar el primer paso, luego todo se arregla. A veces cumplir nuestros sueños es más fácil de lo que pensamos.

«El mundo es un libro, y quien no viaja lee sólo una página» San Agustín

En este sentido, viajar no es sólo ir lejos; es tambien una actitud. Es ser curioso, interesarse por la gente que cruzas por la calle, no caer en la monotonía, abrirse a nuevas experiencias, aprender de cada cosa. Entonces, viajemos. Hoy, ahora, aqui.

De nuevo, GRACIAS A TODOS!! Os dejo una galería con fotos del viaje random:

Nueva Zelanda – Isla Sur

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La Isla Sur de Nueva Zelanda tiene una belleza natural espectacular. En el viaje en ferry desde Wellington a Picton ya te quedas boquiabierto: las vistas desde el ferry son alucinantes en un día despejado.

Aunque no está lejos, el clima mejora mucho cuando cruzas desde la Isla Norte hacia la Isla Sur. Unos pocos grados más, solazo y no hay tanto viento como en Wellington! 🙂

Vista desde el ferry

Llegando a la Isla Sur

La Isla Sur está muy poco poblada. Es la mayor de las dos islas y aun así solamente alberga al 23% de la población. No hay grandes ciudades. Y en este ambiente semi-rural, la gente es súper amable.

La mayor ciudad de la isla es Christchurch. En 2010 y 2011 sufrió varios terremotos que dejaron la ciudad devastada. Algunas partes del centro aún estaban siendo reconstruidas y no eran accesibles a los peatones.

Christchurch

Christchurch

Otra ciudad que visité fue Queenstown. Es una especie de hub de turismo de aventura, donde se ofrecen casi todas las actividades posibles de aire libre. Lo más popular es probablemente lanzarse en paracaídas, pero tambien hay esquí, snowboarding, rafting, puenting, ciclismo de montaña, montañismo, etc.

Queenstown

Queenstown

Lo que me llamó más la atención en la Isla Sur no fueron las ciudades, sino los maravillosos paisajes que pude ver viajando entre ellas. Terminaré el post con algunas fotos más de paisajes:

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Nueva Zelanda – La Isla Norte

Desde Auckland empecé un rápido tour por la Isla Norte y la Isla Sur de Nueva Zelanda, en los pocos días que me quedaban para el viaje.

Nueva Zelanda destaca por sus impresionantes paisajes, así que sólo los viajes entre una ciudad y otra son una parte importante de la gracia de una visita por el país.

Una de las paradas más frecuentes en la Isla Norte es Rotorua. Como otras partes del país, es una ciudad muy relajada y silenciosa. La influencia británica se deja sentir muy claramente en Nueva Zelanda, desde la arquitectura hasta las costumbres de la gente. Aquí, unos ‘kiwis‘ mayores estaban jugando un largo partido de croquet frente al museo:

Croquet en frente del museo

La ciudad de Rotorua es tristemente famosa por su mal olor – a huevo podrido. Pero claro, esto es por el azufre que sale de toda su actuvidad geotérmica, que es a su vez lo que la hace interesante para el turismo.

Actividad geotermica – lodos

Cerca de la ciudad, se encuentran un buen número de géisers, piscinas de aguas termales o lodazales con burbujas.

Whakarewarewa es una antigua población Maori donde se puede apreciar mucha de esta actividad geotérmica. Tradicionalmente, los Maoris utilizan este calor natural para cocina y calefacción. La vegetación en el área es también frondosa. El géiser más famoso, llamado Pohotu, erupciona cada hora aproximadamente.

Whakarewarewa

Whakarewarewa

En el extremo sur de la Isla Norte está Wellington, capital de Nueva Zelanda.

Funicular de Wellington

Subiendo en funicular hasta el jardín botánico se puede apreciar una buena vista de la ciudad. Aparte de disfrutar del paisaje, hay unos senderos por los que puedes descubrir la vegetación local. Eso sí, Wellington es famoso por el fuerte viento, y arriba de la colina verdaderamente lo hacía!

Wellington

Wellington

Desde Wellington tomé el ferry hacia la Isla Sur. El viaje en ferry es increíblemente escénico. De eso ya os hablo en el siguiente post.

Nueva Zelanda – Multiculturalismo en Auckland

En la última etapa de mi viaje alrededor del mundo fui a Nueva Zelanda. Posiblemente es lo más lejos que puedo llegar en este planeta, ya que las antípodas de Madrid se sitúan en la Isla Norte de Nueva Zelanda.

Llegué a Auckland a principios de diciembre y tuve suerte de pillar buen tiempo, lo que hace a esta ciudad muy agradable. Aunque Auckland concentra 1/3 de la población del país, el centro se siente como una ciudad pequeña, aunque con interminables suburbios. El mar y la navegación parecen algo importante en Auckland y las vistas desde el puerto son fantásticas.

Auckland

Auckland es famosa por tener un mix étnico de lo más diverso. De hecho, los extranjeros que iban por la calle o salían por la noche pronto exclamaban: «¡Qué sitio más raro!«, simplemente porque no estamos acostumbrados a ver una mezcla de razas tan curiosa. Los kiwis blancos y los aborígenes Māori no podrían ser más diferentes. Los acompañan en grandes números los ‘Pacific Islanders’, venidos desde la Polinesia y otras islas del Pacífico; de hecho, Auckland es la ciudad en el mundo con más habitantes de esta raza. En los últimos años, la inmigración tradicional desde Europa ha dado paso a otra proveniente de Asia, en particular países como China, Corea o India. Así que os podéis imaginar el mix; Auckland es de lo más multicultural que uno puede encontrar en este mundo.

También hay algún espacio para la cultura española, o al menos eso me pareció el primer día. Mis amigos Lili y Pablo, expatriados en Auckland, me fueron a recoger al aeropuerto y me invitaron a una comida casera muy muy española, y muy del agrado de sus amigos asiáticos.

Esa noche, me junté con unos escoceses para ir a un evento muy esperado: Christmas in the Park, un festival de música gratuito patrocinado por Coca Cola. Toda la ciudad parecía estar allí para el acontecimiento.

Christmas in the park!!

Christmas in the Park!!

Otra excepcional vista de la ciudad se puede capturar desde el cráter del volcán en el Monte Eden, si vas un día despejado.

Mount Eden

Mount Eden

View from Mount Eden

Vista desde el Mount Eden

Desde Auckland empecé un rápido viaje por Nueva Zelanda. Os contaré algo más en los próximos posts.

¿Sydney o Melbourne?

La mayor parte de los australianos (y extranjeros en Australia) no tardan en expresarte su opinión en el controvertido debate «Sydney vs Melbourne«. Las dos mayores ciudades del país son escudriñadas para alimentar la discusión entre los Sydneysiders y los Melbournians.

Después de haber visitado las dos, he de concluir que la verdad es que no son TAN distintas. Cada una tiene aproximadamente 4 millones de habitantes. Las dos tienen un centro de negocios, barrios a la moda en el centro y una colección interminable de zonas residenciales en las afueras. También comparten unos precios muy caros.

Desde luego, Sydney queda mejor en una postal. Las vistas del puerto son impresionantes. Y la ópera es el edificio más emblemático del país. Es una ciudad glamurosa y muy fashion. El viejo puente que atraviesa el puerto es un lugar privilegiado para tomar fotografías de la ciudad, como yo hice:

Sydney harbour

El río Yarra en Melbourne no brilla con la fuerza del puerto de Sydney, aunque algunos tramos son muy agradables. Los tesoros de esta ciudad están más escondidos. La plaza central, Federation Square, suele tener música en vivo y ferias. La música, la cultura, las artes o la comida son extraordinarias en Melbourne. Puedes encontrar restaurantes y cafés a la última moda y con cualquier clase de comida. Es una ciudad muy cosmopolita y con una mezcla racial muy interesante. Además, Melbourne ha sido seleccionada «la mejor ciudad del mundo para vivir» por prestigiosas publicaciones como The Economist.

Melbourne

Entre estas dos grandes ciudades hice una parada en lo que parecía un mundo completamente distinto. La ciudad de Wagga Wagga, en el interior de New South Wales, sirve como centro de compras y servicios para las pequeñas poblaciones y granjas esparcidas por el área. No hay hostels y tampoco parece que reciba muchos visitantes extranjeros. Yo no habría ido allí de no ser porque encontré un host en couchsurfing dispuesto a invitarme a su casa y a compartir su experiencia de vida en el área. ¡¡Y desde luego mereció la pena!!

Fuimos a cenar en el típico pub local, ver deportes, zoo y otros lugares. Pero lo que más me llamó la atención fue el mercado de animales. Los jueves, rancheros, comerciantes al por mayor y agentes se reúnen para subastar lotes de ovejas. Es el mismo concepto que el mercado de Kashgar (China), que os describí hace unos meses, pero obviamente organizado de manera muy diferente. Compradores y vendedores pasan de un lote a otro con rapidez, habiéndolos inspeccionado previamente. Los comerciantes y granjeros van vestidos de forma que pega con el sitio: con vaqueros y sombreros de cowboy. En fin, otro glamour distinto al de Sydney y Melbourne. 🙂

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Mercado de ganado en Wagga Wagga

Mi anfitrión, muy formado y viajado pero a la vez orgulloso de sus orígenes en el «bush» (campo) australiano, me comentó que este estilo de vida es muy tradicional en Australia. Antes del pelotazo de los recursos naturales, la agricultura y ganadería ha sido siempre el modo tradicional de vida en un país con tanto terreno.

Bueno, dejando a un lado Wagga, tal vez os preguntaréis cuál es mi postura sobre Melbourne vs Sydney. Habiendo estado tan solo una semana en cada una, no puedo tener una visión desde dentro, pero aun así no escurriré el bulto. Mi elección (para vivir): Melbourne. 🙂 ¿Y tú qué opinas?

Haciendo esnórquel en la Gran Barrera de Coral

Ver la Gran Barrera de Coral fue sin duda uno de los momentos más memorables de todo mi viaje de vuelta al mundo. INCREÍBLE!!

El viaje comenzó en Port Douglas, en el norte de la provincia de Queensland, que es más bonita que la cercana ciudad de Cairns. Toda esa zona es como un paraíso tropical, con playas de arena fina, agua color turquesa y palmeras. Mirad la vista de la Four Mile Beach (playa de las 4 millas):

Four mile beach, Port Douglas

Four Mile Beach, Port Douglas

Desde Port Douglas o desde Cairns se organizan un montón de tours para hacer esnórquel o bucear en la Gran Barrera de Coral. Tomé uno de ellos y pronto por la mañana partimos en barco hacia 3 lugares diferentes del Reef.

Una vez llegamos una zona con corales la tripulación del barco nos repartió el material para hacer esnórquel y me fui preparando con este look tan raro :):

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Así que es el momento de zambullirse en el agua y mojarse!

That's me getting wet

La primera impresión bajo el agua es impresionante!! El agua es cristalina y se puede ver fenomenal todo el coral, con unos colores brillantes. También hay una abundancia de peces merodeando por allá, de colores no menos espectaculares. Para mí era la primera vez que hacía esnórquel o similar, y no esperaba poder ver las cosas tan claras bajo el agua salada, pero lo cierto es que se veía genial. Era realmente como estar dentro de un documental de National Geographic!! 🙂

Clownfish

Clownfish

Os animo a todos a que hagáis al menos una experiencia de este tipo cuando vayáis a Queensland. No es barato pero desde luego merece la pena. Si tienes un presupuesto algo más alto, puedes bucear con bombona, que es más interesante. O si tienes todavía más tiempo y dinero, puedes hacer un curso de buceo de varios días ya que allí hay muchas academias, y no me imagino un sitio más bonito para hacerlo!! 🙂

Explorando el ‘outback’ en Broken Hill

Son las 6:00 am en Sydney. Me quito las legañas mientras camino medio dormido, con mi pesada mochila, hacia la estación central.

Broken Hill Outback Explorer

Broken Hill Outback Explorer

El tren que me espera allí tiene un nombre mítico: ‘Broken Hill Outback Explorer‘ [outback=interior de Australia] Una vez a la semana recorre la ruta entre Sydney y el remoto pueblo minero de Broken Hill, en el límite interior de la provincia de New South Wales (ver foto). Vale, es un tren normal!!! Jajaja Nada de esos trenes históricos retro que molan. Pero bueno, igualmente me llevó hasta Broken Hill, tras 14 horas de viaje.

El propio viaje en tren es parte del atractivo de la visita, por la sucesión de paisajes que encuentras: empezando por los edificios del ‘Big Smoke‘ (Sydney), los bosques y vegetación cercanos a la costa, y hasta la tierra árida con arbustos del interior (‘the bush‘ en ‘Australiano’). Y ves unos cuantos canguros que se quedan mirando al tren!! Tras un mes en Australia, sólo había estado en zonas costeras, que es donde vive casi todo el mundo, pero no quería marcharme sin conocer al menos algo de ese interior vasto, inmenso, despoblado.

Landscape from the train

Una de las vistas desde el tren

El origen de Broken Hill se remonta al descubrimiento de minas de plata a finales del siglo XIX. Aquí se fundó la empresa Broken Hill Propietary Company, hoy en día BHP Billiton, gigante mundial de la minería. En unos pocos años, ya había 60 hoteles a dos cuadras de la calle principal. Muchos de los edificios originales se conservan, así que el pueblo preserva un aire de ‘Lejano Oeste’ (Far West) que es hoy el reclamo turístico. La mayoría de la gente sigue dedicándose a la minería. No hay autobuses ni nada entre Broken Hill y las atracciones cercanas (en Australia es así), así que alquilé una bici y me puse a explorar.

Broken Hill

Broken Hill

Afghan mosque in Broken Hill

Mezquita afgana en Broken Hill

¿Qué es lo que menos esperaríais encontrar en un pueblo perdido del ‘outback’ australiano? ¡¡¡Una mezquita afgana!!! 🙂 Pues sí, por increíble que parezca, este pueblo tiene una mezquita afgana. El edificio no tiene nada de especial y está cerrado casi siempre, pero aun así fui a verlo, por lo surrealista del tema. Al parecer, trajeron inmigrantes de Afganistán con sus camellos para ‘abrir’ el ‘outback’ australiano, y en 1891 erigieron esta mezquita en el campamento de los camellos. En fin, de lo más curioso.

Cerca de Broken Hill está el pueblecillo de Silverton, que el Lonely Planet define como «una visita absolutamente obligatoria». Comencé a pedalear hacia allá, y a los pocos kms un vehículo que venía en sentido contrario se detuvo, y un señor viejecillo me invitó a meter mi bici en su furgoneta y llevarme. Le dije que no era necesario pero insistió y me fui con él. Más tarde me di cuenta que me había salvado la vida, porque Silverton estaba más lejos de lo que yo pensaba, y a medida que pasaba el día el calor era ya infernal. Pasé las siguientes 2 horas con este señor; según él yo le ayudaba a «lenar las horas del día» 🙂 En serio, la gente del interior es súper maja y tratan de ayudarte con cualquier cosa. El único problema es que yo no entendía NADA de lo que este señor me decía. En serio, en 1 mes en Australia no había tenido problemas de comunicación, pero de verdad que el acento cerrado de la gente mayor del ‘bush‘ (el campo o el interior) es totalmente incomprensible.

Silverton Hotel

Silverton Hotel

Bueno, pues llegamos a Silverton. El pueblo son 4 casas básicamente. Se desarrolló antes, y pocos años más tarde, se descubrieron más minas en Broken Hill y la gente se fue para allá. Silverton se mantiene desde entonces como ‘pueblo fantasma’. Se ha utilizado para rodar muchas películas, entre ellas Mad Max. El edificio más conocido (aunque estaba vacío) es el Silverton Hotel, que tiene expuestos algunos de los vehículos que se utilizaron en el rodaje de estas películas. Es curioso, pero si hubiera tenido que pedalear hasta allí creo que no merece la pena 🙂

Silverton

Silverton

De regreso, este señor me llevó a una mina histórica y de vuelta hasta el pueblo.

Exposicion de viejo equipamiento de las minas

Exposicion de viejo equipamiento de las minas

Fue una visita corta a Broken Hill, pero si vais a Australia es muy recomendable ir a algún sitio del interior, que es totalmente opuesto a la ‘cultura de playa’ de la costa.

Vino y prisiones en Western Australia

Aterricé en Australia en Perth, la capital del enorme estado de Western Australia. La región está experimentando un rápido crecimiento económico, fruto del auge en la minería y los recursos naturales. La capital es ahora una ciudad próspera. La población ha crecido en los últimos años, y Perth ha pasado de ser una capital provincial a ser una de las ciudades de moda y glamour. El dinero fluye en Perth… las calles están muy limpias, hay césped bien cuidado por todas partes y hasta wifi en los parques. Aun así, la mayoría de la ciudad son suburbios muy tranquilos y los edificios del compacto ‘centro de negocios’ parece que no pegan con el resto.

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Justo al sur de Perth está Fremantle, un pueblo chico pero muy popular por su playa, pubs y cafés de moda.

En Fremantle tuve ocasión de conocer un aspecto importante de la historia de Australia: las prisiones. De hecho, los convictos británicos estuvieron entre los pioneros en la colonización de Australia, y todavía hoy muchos australianos trazan sus raíces a alguno de estos primeros prisioneros.

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Fremantle prison

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Cell in Fremantle prison

La prisión de Fremantle exhibe todos los elementos de la vida en las cárceles en los siglos XIX y XX. Mantienen celdas tal como eran en cada periodo. Digamos que fueron mejorando algo, pero no mucho. El tour por las instalaciones muestra todos los aspectos de la vida en prisión, desde la cocina o las celdas hasta los castigos de latigazos o la horca en la que algunos terminaros sus días.

Fuera de la capital, pasé unos días en Margaret River, que es una región famosa por sus vinos. Compré una botella y estaba buena :). En los alrededores del pueblo, encuentras viñedos por todas partes.

Todos los mochileros en Margaret River estaban trabajando (o buscando trabajo) en los viñedos o restaurantes de la zona. A diferencia de cualquier otro país del viaje, el 90-95% de los mochileros que encuentro están trabajando y viajando con una Working Holiday Visa de 1 año. Trabajan en un sitio 1-2 meses, siguen viajando, se instalan en otra ciudad 1-2 meses y así pueden financiar sus viajes trabajando. Muchos jóvenes europeos obtienen así una experiencia vital interesante, además de perfeccionar el inglés. Por desgracia, no conceden este visado a los españoles, y ese el es motivo por el que casi no hay ninguno :(.

Vineyards in Margaret River

Vinedos de Margaret River

Además de los viñedos, Margaret River es una región con una gran belleza natural, y estuve haciendo algo de senderismo por el área. También estuve en alguna de las cuevas que se visitan, que tienen enormes estalactitas y estalagmitas!!

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Margaret River

India – Palacios de Rajasthan

Mi primera parada en Rajasthan (o Rajastán o mejor Rayastán, yo utilizo la versión inglesa que se usa alli) fue en Jaipur, la capital de este estado tan visitado. Esta ciudad tan  dinámica y concurrida tiene maravillosos palacios.

Aunque mi primera experiencia en Jaipur fue algo caótica. En cuanto me bajé del autobús, decenas de personas y conductores de rickshaws trataban uno tras otro de llevarme a algún alojamiento, para recibir una buena comisión. Me perseguían a donde fuese para simular que me habían llevado ellos. Me llevó como 2 horas darles esquinazo y poder buscar un sitio sin «compañía». Esto pasaba en todas las ciudades de India, pero en Jaipur eran, de lejos, los más pesados.

El centro de la ciudad se conoce como ‘Pink City’. Podéis imaginar por qué: todos los edificios están pintados de rosa!! Parece que la tradición se remonta a 1876, cuando fue de visita el Príncipe de Gales, y lo pintaron así para darle la bienvenida.

El edificio más conocido (y rosa, claro) es el Hawa Mahal, que tiene una fachada elegante y muy original. Se construyó a propósito con ventanas pequeñas, para que las mujeres de la corte real pudieran ver lo que sucedía en la calle sin ser vistas. El Hawa Mahal está al lado de otros edificios emblemáticos, en particular el Palacio Real.

Hawa Mahal

Las calles de la Ciudad Rosa están llenas de vida y comercio en ebullición. No en vano, Jaipur es la capital de Rajasthan, uno de los estados más importantes y poblados del país. Sólo vi a unos pocos turistas por las calles, mucho menos de lo que esperaba estando la ciudad en todos los mapas turísticos. Más tarde, cuando entré en el Palacio Real comprendí por qué: vienen en autobús o furgoneta y no se bajan más que para visitar palacios o comer en el restaurante de turistas pre-acordado. Una pena.

Vete para arriba!!!

Otros habitantes de las cornisas de la Ciudad Rosa son estos monos que yo odiaba, llamados Langurs :). Como podéis ver, este hombre estaba teniendo unas palabras con uno de ellos, que se sentaba en una moto y probablemente trataba de robar la fruta del puesto del señor 🙂

Las calles, como siempre en India, estaban repletas de vendedores ambulantes, vacas, motos, rickshaws, autorickshaws, coches y peatones en el mismo espacio.

Vida en la calle

A unos pocos kilómetros de Jaipur está Amber, la que fuera capital hasta que los Majarahas tuvieron que moverse a Jaipur por la escasez de agua. El palacio es impresionante, y no lo es menos el paisaje en general. Si te sientes muy vago para subir las escaleras hasta allá, no hay problema, unos elefantes suben a los turistas, aunque por un buen precio claro :).

Amber Fort

Desde Jaipur tomé un tren a Ajmer y la cercana ciudad sagrada de Pushkar. Como ya escribí algo de esto en el post anterior, os ahorro repetir.

Y desde allí, seguí hacia Udaipur, que es la otra ciudad más típica de los viajes a Rajasthan. Para muchos viajeros es la favorita en Rajasthan (si no en India), pero a mí tampoco me impresionó para ir tan lejos. Aunque el palacio de los Maharanas merece mucho la pena, y el hecho de que esté junto al lago lo hace muy fotogénico. Y el atardecer se ve hermoso sobre el lago. Pero el barrio junto al lago es MUY turístico. A diferencia de en Jaipur, los turistas sí se pasean todo el día por el enclave, comprando souvenirs de los insistentes vendedores.

Udaipur

En una isla sobre el lago hay otro palacio, al que llaman Lake Palace (en un nuevo alarde de originalidad). Lo han convertido en un hotel de 5 estrellas cerrado a visitantes. Es muy conocido porque en él se rodó Octopussy, la película de James Bond. En algunos bares/casas de la ciudad ponen la peli todos los días para los turistas.

Para mí, lo más interesante de Udaipur fue la suerte de poder coincidir con un festival religioso (ver post anterior).

Mi ‘animal pick’ para Udaipur es este enorme elefante, que iba por la calle guiado por su dueño (ni idea de a dónde). ¿En qué país te encuentras elefantes por la calle? Se paró junto a un puesto de plátanos y la gente empezó a arrojarle unos pocos, y el animal los engullía en un santiamén.

Elefante por la calle

Con este post cierro el ‘capítulo India’, que fue breve pero intenso. Estaré de vuelta con más países y más experiencias. 🙂

India – El impresionante Taj Mahal

Tras un par de semanas viajando por India llegué al monumento más visitado del país, el famoso Taj Mahal.

Este impresionante edificio fue construido por Shah Jahan, el quinto emperador Mughal. La dinastía Mughal fue fundada por Babur, descendiente de Timur (Tamerlán) y Genghis Khan, así que su historia está muy relacionada con la de las grandes ciudades de Asia Central de las que ya os hablé.

La visita se hace más impresionante si conoces la historia detrás de su construcción. En 1631, Shah Jahan estaba tan apenado por la muerte de su esposa en el parto de su 14 hijo que decidió construir este genial mausoleo para ella. Por eso, el Taj Mahal se asocia muy frecuentemente con el amor.

Y es PRECIOSO!!! Mirad:

El Taj Mahal está en la ciudad de Agra. El otro gran monumento allí es el Agra Fort. Es prácticamente una ciudad amurallada, que contiene varios edificios en su interior.

Andando por Agra, encontré el cuerpo de una vaca muerta. Los indios la habían cubierto con una sábana blanca, y la gente dejaba ofrendas de dinero, flores o comida.